martes, 3 de mayo de 2016

no está

Hasta hoy y en su ausencia celebro que no me hace falta. Celebro que mi vida es mi vida desde antes y aun después de usted. Celebro el poder de la objetividad en la falta de enamoramiento, celebro que pronto llega el momento de agradecerle que no haya podido enamorarse de mí, o que lo haya hecho y, de tan enamorado, no haya podido con tanto deseo, en fin, de una u otra forma, usted, usted no ha podido, como con tantas otras cosas…


Y aún lo extraño sí, pero en la mente, no en el alma y de la mente usted pronto desaparece, hasta volver a ser un simple-cordial-extraño, que está donde quiere estar, y es allí, en aquel lejano lugar llamado Su Ausencia. 

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