domingo, 21 de octubre de 2018

creo, un sueño


Anoche soñé que dormíamos juntos.
No se quien fue, si mi alma, mi mente o mi cuerpo.
Sospecho, fueron las tres.

Fue un sueño muy intenso
y ésto es cierto.

Podría jurar que estabas acá
o yo andaba por allá.

Sentí en mis brazos el peso de sostenerte
sentí, en mi pecho, la densidad de tu respiración
eliminando, exhalo a exhalo todo aquello
aquello que pasó.

Sentí mis labios súper húmedos
y mis piernas confundidas entre las tuyas.

Al despertar me encontré sin alma
alma nos enseñó que no se trata de cuidar
se trata de acompañar, y esa es una lección revolucionaria.

Admiro esa preciosa costumbre de mi alma
de desprenderse y merodear entre quienes me roban el pensamiento
admiro que confíe en nosotras y nos deje solas…

Admiro su poder de decisión, admiro su forma de dar
admiro su Fe en los desconocidos que desaparecen
adoro imaginarla acompañarte y enseñarte,
querido Ernesto, que sentir no se piensa y que amar no se controla.


No hay comentarios:

Publicar un comentario