lunes, 26 de julio de 2021

BESOS Y BESOS

 Yo opino que hay besos y besos.

Me despedí de ti con un beso leve sobre tu mejilla, tomando tu rostro en mis manos, como lo había hecho siempre, pero esta vez era un gesto casi desesperado en la búsqueda de un sentimiento ya perdido, desgastado y olvidado en el tiempo. Busqué tus labios, fue un beso húmedo de mi sobreviviente boca  mientras la tuya temblaba paralizada. EL suspiro de cuando todo está perdido y mi sonriente y feliz retirada. Al fin, mi cuerpo ya no tiembla por ti.
Dime, si nunca fue amor ¿fue miedo ese temblor?

Hoy, en este instante, en este segundo, también ayer pero no sabemos si así será mañana, un mago blanco me da besos firmes y seguros.

NOTA: de un mail que encontré, de un 13 de mayo de 2015, mientras vaciaba la casilla por falta de espacio en mi nube digital-  

viernes, 6 de septiembre de 2019

(nos) OTRES

Les personajes no son las personas. 
Lo que nos pasó no es lo que somos. 
La vida de les otres no es tán fácil como creemos. 
La vida de les otres no es tan difícil como pensamos. 

Somos nuestros responsables. 

No estamos solos.
La terapia es para valientes. 

Todes tenemos un pasado. 
Todes estamos en el presente. 

Vivimos tomando decisiones, 
podemos acertar, podemos errar 

no podemos no hacernos cargo.

viernes, 14 de diciembre de 2018

Rehen de ésta idiota.




Las estructuras se desmoronan, caen y estallan en miles de pedazos como los sueños que jamás tuvieron sustento en la realidad. 
Las astillas molestan en el cuero curtido y lastiman la fragilidad de los que no existen.
El agua encapsula en burbujas el aire que deja a su paso la muerte y los cuerpos celestes del cielo se sacrifican en implosiones estelares para los Dioses humanos, ellos: única razón de ser de la existencia del exiguo universo.
El absurdo imaginario de los niños se evapora al sol de los años y en esa oquedad de la nada nacen las reflexiones importantes: el dinero, el poder, vencer, aparentar y, por sobre todas las cosas, jamás amar.
Los colores, la música, las texturas y los sabores están aquí para torturarnos, para hacer creer a los nefastos locos artistas que pueden hacernos sentir.
El mundo con ellos es una porquería.
Y yo, viviendo en el más recóndito rincón del cerebro de ésta loca, dulce, penosa y feliz.
Rehen de ésta idiota que se piensa que el mundo está aquí para sentirlo. 
Y estaré en ella, aislada, hasta que un nuevo desamor me rescate. Soon.

domingo, 11 de noviembre de 2018

Las Maravillosas


¿las observaste?, a ellas, a todas y a cada una de tus amantes, ¿las observaste?
¿de verdad te diste el lujo que convivir con su existencia sin haberla observado?

Has dejado pasar la posibilidad de guardar en ti la colección mas preciada del mundo que son las mil y una mujeres que ella es con cada uno de sus peinados que jamás es el mismo, con cada uno de sus gestos en sus variables según el tono de humor del día, o del mes o del año, o del clima, o de la noticia que resiente. 

¿Que clase de ser agnóstico eres? que has logrado escapar a la atracción de la energía creativa que emana al concentrarse en resolver enmarañados vericuetos de jamás entenderemos que cosa o, simplemente siendo ella, en la actividad más preciosamente cotidiana de las que han compartido. 

¿los observaste observarla? a, ellos, a los otros, ¿los observaste?
Notaste que todo eso que no notaste, muchos desconocidos lo vieron con sólo mirarla a los ojos en los únicos tres segundos que tendrán en su vida para observarla en el regalo de valla a saber que casualidad de verla pasar.

¿y el diálogo de su cuerpo?  Podré quizá, algún día, entender la guerra pero jamás podré entenderte a ti, inmune al diálogo de su cuerpo.
Podías surfear el abismo entre sus caderas y su cintura, podías escalar sus senos, podías acampar en el bajo de su espalda, podías descubrir estrellas entre los lunares de su piel… podías esperarla con una copa de un abocado vino blanco, podían escuchar sus temas preferidos de “Cigarretes after sex” y bailarlos, podías encender velas, podías encenderla.

Y esa es, la victoriosa trampa del egoísmo, llevas tanto tiempo en ti que te has perdido la maravillosa ella.

domingo, 28 de octubre de 2018

mis amantes


A poco menos de dos meses de mis treinta, y con un prontuario de hombres digno de loca de comedia romántica mexicana creo haber llegado a un par de conclusiones coherentes sobre el asunto que durante tanto tiempo ocupó un lugar primordial en mi vida, si, digna hija de mujer hombrecentrista tenía que ser.

Hija, también, de una historia (de amor?) que ni Almodovar imagina, con una familia lo suficientemente grande como para contar con un amplio tinte de personajes, dramas, hipocresías y años de terapia de una pendeja pelotuda que se creyó que podía sacar a la luz la verdad de los muertos. La pendeja pelotuda... yo.

Amé fuerte, una vez y media, dividida de manera no proporcional entre tres hombres desde mis 8 años hasta hoy.

Me enamoré, perdidamente, de muchos, muchísimos hombres, e incluso, es posible que de una mujer también, de volver a nacer haría la lista a lo Florentino Ariza, eso sí, no sabría a cuál de todos esperaría toda mi vida. Si es que las leyes permiten esperar a dos hombres porque, aunque no quiera, al primero lo sigo… despidiendo.

A los 24 perdí la paciencia, dejé de enamorarme y empecé a empezar a aprender a amarme.

En algún año par de los que siguieron, mi mente le ganó, por primera vez en mi existencia, la guerra a mis sentidos hasta que, aliado con los últimos, mi cuerpo intervino y tiró la bomba.

Y al fin, de paso por el Río Magdalena, traje conmigo a Florentina y ahora (o hasta ahora) van (y vienen) unos seis amantes (y creo saber a cual de ellos esperar).

Anoche me encontré besando con ternura, siendo yo con el otro, siendo toda yo, como soy siempre, como disfruto serlo y me observé, me observé hoy y me recordé ayer, y el mes pasado, y tres lunas nuevas atrás, me observé siendo, cita a cita, sexo a sexo, tan yo, que me creyeron, ellos me creyeron... enamorada.

Y fue así que, entonces, entendí, que éstos chicos, ademas de amantes tienen algo de valientes. 

domingo, 21 de octubre de 2018

creo, un sueño


Anoche soñé que dormíamos juntos.
No se quien fue, si mi alma, mi mente o mi cuerpo.
Sospecho, fueron las tres.

Fue un sueño muy intenso
y ésto es cierto.

Podría jurar que estabas acá
o yo andaba por allá.

Sentí en mis brazos el peso de sostenerte
sentí, en mi pecho, la densidad de tu respiración
eliminando, exhalo a exhalo todo aquello
aquello que pasó.

Sentí mis labios súper húmedos
y mis piernas confundidas entre las tuyas.

Al despertar me encontré sin alma
alma nos enseñó que no se trata de cuidar
se trata de acompañar, y esa es una lección revolucionaria.

Admiro esa preciosa costumbre de mi alma
de desprenderse y merodear entre quienes me roban el pensamiento
admiro que confíe en nosotras y nos deje solas…

Admiro su poder de decisión, admiro su forma de dar
admiro su Fe en los desconocidos que desaparecen
adoro imaginarla acompañarte y enseñarte,
querido Ernesto, que sentir no se piensa y que amar no se controla.


jueves, 19 de julio de 2018

.amigo.


De tanto que me hablaste de aceptar
terminé dando por hecho
que así como no ibas a venir
tampoco te ibas a ir

asique, aquí estoy, olvidándote

di por empatado este juego
de histerias irreversibles
y corazones azules
que de tan oscuros
se hicieron negros

y allí fue, en ¿cuántos?
Cuatro? Cinco? Seis puntos de ésta ciudad
y quizá un par de recorridos,
no muchos mas que tres
donde fuimos nada, amigo.